"Cuando tu bebé nace antes de tiempo 
experimentas sentimientos y sensaciones que nadie te puede solventar: 
desorientación, incertidumbre,... es muy duro", cuenta Gema Ramos. Su 
hija nació casi tres meses antes de lo establecido --38-40 semanas--, 
con 29 semanas, y esos meses los pasó en la Unidad de Neonatología del 
Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres. "Hablar con los padres que 
estábamos pasando por lo mismo me ayudó mucho, me sentía arropada aunque
 teníamos poca información". Y ahí surgió la necesidad de hacer piña.
 En septiembre del 2013 varias familias asiduas diariamente a esta 
unidad decidieron poner en marcha la Asociación de Padres y Madres de 
Niños Prematuros de Extremadura (Apremex), la primera iniciativa de este
 tipo en la región que preside Gema Ramos. La falta de información, la 
incertidumbre, la desorientación, el desasosiego,... fueron los 
sentimientos que les unieron y a los que quieren dar respuestas. El 
colectivo funciona desde marzo y cuenta con una docena de familias 
dispuestas a ayudar a los padres y madres que como ellos han vivido una 
experiencia "para la que nadie está preparado y que nunca se olvida" y 
que además luchan para reclamar más sensibilidad en la gestión sanitaria
 y recursos. "Queremos que en el futuro nuestros hijos también tengan 
cubiertas las necesidades que puedan tener". La mayoría de los 
prematuros salen adelanta y según el grado, pueden necesitar ventilación
 mecánica si sus pulmones no están bien desarrollados o tienen que ser 
alimentados por sonda nasal porque aún no han desarrollado la capacidad 
de succión, entre otros problemas. Una vez logrado el peso adecuado, es 
recomendable que los pequeños dispongan de recursos como estimulación 
temprana, fisioterapia, lactancia,... para motivar su desarrollo. 
Generalmente no hay secuelas, pero es necesario un seguimiento.
 
Los datos del Instituto Nacional de Estadística apuntan que más del 5% 
de los nacidos en Extremadura lo hacen antes de tiempo. Según las 
últimas estadísticas, en el 2012 de los 9.400 nacimientos registrados en
 la región más de 500 fueron con menos de 37 semanas de gestación: diez 
bebés vinieron al mundo con menos de 28 semanas de gestación, 31 con 
entre 28 y 31 semanas y 464 lo hicieron con entre 32 y 36 semanas. Entre
 éstos hubo quince bebés que no alcanzaron el kilo de peso al nacer. El 
retraso de maternidad y las técnicas de fecundación son dos factores que
 están haciendo aumentar, en general, la prematuridad.
 Los padres
 reconocen que se ha avanzado mucho en la atención, pero siguen faltando
 muchas cosas en el sistema: "no existe una sala de lactancia adecuada 
para que las madres puedan estar tranquilas, no hay ayuda psicológica 
para superar esos malos momentos de tener que irte a casa sin el bebé, 
no hay medios para pasar ese trance con comodidad,... y en el caso de 
las familias que viven fuera, la cosa se complica", cuenta Ramos, que 
pasó más de 80 días yendo diariamente al hospital. "Todavía me emociono 
al recordar el día que nos dieron el alta".
 Pablo Galán, 
secretario de Apremex, apunta también a la falta de información. Sus 
gemelos nacieron a las 32 semanas de gestación. "Mi mujer no puedo ver a
 los niños hasta el día siguiente y yo prácticamente porque me colé. Al 
principio no te dicen mucho porque entran en juego muchos factores y 
apenas tienes información", cuenta. Pablo reconoce que en el último año,
 en esta unidad ha habido más apertura con la implantación del método 
canguro, piel con piel, "pero las condiciones no son las más cálidas ni 
cercanas", pese a que reconoce que la unidad cacereña es una de las más 
punteras del país. Tras 26 días en el hospital, sus pequeños Pedro y 
Paula recibieron el alta con dos kilos pero las dudas siguieron. 
"Compartir experiencias es fundamental".
HORARIOS Algo peor
 fue la experiencia de los padres de los niños más mayores del 
colectivo. "Nuestra época fue quizás más difícil, tampoco teníamos mucha
 información pero los horarios eran más estrictos y a los papás apenas 
nos dejan actuar", recuerda David García, padre de dos gemelas 
prematuras y "luchadoras" de dos años de edad.
 Los recuerdos de 
Verónica Rodríguez, vicepresidenta de Apremex, son similares. Sus dos 
niñas nacieron a las 32 semanas y pasaron los dos primeros meses de vida
 en el hospital de Cáceres. "Es algo para lo que no se está preparado". 
Como David, ella cuenta ya ha mejorado el sistema, pero en su caso 
sintió muchas necesidades: "a los padres se nos olvida por completo, no 
se tiene en cuenta la relación que podemos tener con nuestros niños, 
apenas podíamos estar dos horas al día con las niñas, y tuve problemas 
para darles el pecho porque contrajeron un germen y estuvieron aisladas.
 La sensación de que son hijos prestados es cierta. Las ves tan pequeñas
 que te parece increíble que tus niñas vayan a ser como las demás. A mí 
me ayudaba mucho leer testimonios de otras familias y ahora que en 
cierto modo mis hijas ya no lo necesitan quiero servir de ayuda".
 Tras darse a conocer, este colectivo, que también reivindica para la 
pediatría más atención en los hospitales, tiene previstas diversas 
actividades para después de verano: colaborarán con el Banco de Leche 
Materna del SES, pondrán en marcha una escuela de padres, realizarán 
charlas con especialistas,... Todo para sensibilizar y dar a conocer una
 realidad que cada día viven más parejas y asegurarse de que los 
prematuros tengan una vida normal. "
Fuente: La Crónica de Badajoz 
  
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